La basquiña, la prenda religiosa que vuelve a la moda de las Hogueras de Alicante
Esta sobrefalda resurge como símbolo de elegancia y respeto, sobre todo, en actos como la ofrenda a la Virgen del Remedio
Negra, austera y majestuosa. La basquiña vuelve a cobrar protagonismo en las calles de Alicante como bien lo hizo antaño por diversos lugares de la península ibérica.
«Es una de las prendas que va en auge», explica la indumentarista Conchi Beneyto, como traje de gala exclusivo para la ofrenda de flores a la Virgen del Remedio.
Esta prenda, tradicionalmente confeccionada en sedas, terciopelos o rasos, como se recoge en distintos documentos históricos e investigaciones, era la opción recomendada por la Iglesia para asistir a misa desde el siglo XVII.

Se colocaba sobre los guardapiés y el delantal, y «perduró en el tiempo, hasta llegar también al XIX», detalla.
Documentos, pinturas, actas notariales, testamentos y grabados -los cuales sirven como herramientas de trabajo para el sector de la indumentaria tradicional- dan cuenta de esta prenda.
Ya en el armario de Isabel la Católica figuraban estas faldas. También, en el siglo XIX, Goya la inmortalizó en sus lienzos.
Con el tiempo, su uso se consolidó como señal de distinción social: los tejidos variaban según el estatus, desde lanas humildes hasta «materiales nobles» como el terciopelo y la seda.
Una de las curiosidades de antaño se refleja en el color. «El negro era el más difícil de tintar», relata la indumentarista. Por ello, la basquiña en este tono era una de las prendas más caras del siglo XVIII.
En la actualidad, en pleno siglo XXI, el interés por la indumentaria tradicional ha provocado que las festeras que cuentan con trajes encarguen también la confección de una basquiña.
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