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La detección temprana es una herramienta básica para reducir la mortalidad asociada al cáncer. De todos ellos, el de pulmón es el que presenta la mayor tasa de mortalidad y ejemplifica lo difícil que es mejorar el pronóstico de supervivencia: apenas se ha reducido un 10 % en los últimos 40 años. Sin embargo, los guarismos cambian dependiendo del momento en que se haga el diagnóstico: si es en los primeros cinco años, la probabilidad de superarlo es del 80 %, una cifra que baja a medida que avanza la enfermerdad.
Los beneficios del diagnóstico precoz es uno de los temas que se abordan en el Congreso Nacional de la Sociedad Española de Cirugía Torácica (SECT), que se celebra en Alicante desde este miércoles hasta el próximo viernes. Detectar el cáncer de pulmón en un estadio precoz significa que los pacientes pueden beneficiarse del tratamiento más efectivo para su curación: la cirugía. Por ello, desde la SECT resaltan la idoneidad de implantar un sistema de cribado de cáncer de pulmón en personas con mayor riesgo de padecerlo, como los grandes fumadores, ya que el 85 % de los casos tienen antecedentes de consumo tabáquico.
Este sistema de cribado vendría a complementar los programas de diagnóstico rápido que ya se aplican en la mayoría de hospitales. El doctor Sergio Bolufer, presidente de la SECT y cirujano torácico del Hospital General de Alicante, explica que tanto la sociedad que preside como otras, como la de Neumología, apuestan por implantar —de manera piloto— un screening mediante TAC de baja dosis de irradiación. La propuesta es que el Hospital General de Alicante pueda acoger estas pruebas en nuestra provincia.
Si bien hay recomendaciones del Consejo de Europa para aplicar este cribado, el Ministerio de Sanidad aún no lo ha llevado a cabo al considerar que «no hay suficiente evidencia en relación con la seguridad y la coste-efectividad». Aseguran que el cribado de cáncer de pulmón solo cumple 6 de los 18 criterios del Documento Marco de Cribado Poblacional.
El programa piloto propuesto por la SECT vendría a aportar más evidencias que justifiquen la aplicación del screening. «El problema es que lo tenemos que hacer a expensas de los recursos de las sociedades científicas. Por ahora, no tenemos apoyo de la administración, y los hospitales no cuentan por sí mismos con los recursos necesarios para ponerlo en marcha. Necesitaríamos implantar alguna prueba más de imagen, más personal de radiología, personal que gestione los datos…».
El cáncer de pulmón, en un 75-80 % de los casos, se detecta en un estadio avanzado. En cambio, cuando diagnosticamos a un paciente en un estadio precoz, significa que puede beneficiarse del tratamiento más efectivo para su curación, que es el tratamiento quirúrgico, destaca el doctor Laureano Molins, cirujano torácico y presidente del Patronato de la Fundación SECT.
El cáncer de pulmón se divide en cuatro estadios. En los dos últimos, los pacientes no pueden beneficiarse de la cirugía, lo que limita las opciones a la quimioterapia, la radioterapia y la inmunoterapia. «En los estadios I y II sí pueden beneficiarse de la cirugía, que es el tratamiento más efectivo para su curación», incide el Dr. Molins.
Este tipo de cáncer suele diagnosticarse en fases avanzadas porque, en la mayoría de los casos, se desarrolla y avanza sin dar síntomas. Cuando se consigue detectar de forma precoz, es por algún pequeño síntoma como una tos persistente, un esputo con sangre o un dolor torácico. En estos casos, se realiza una radiografía o un TAC torácico; en todos los casos se lleva a cabo una estadificación y valoración clínica del tumor con pruebas diagnósticas, para comprobar si el cáncer está localizado o se ha extendido fuera del tumor primario.
A continuación, en el seno de un comité multidisciplinar, se decide cuál es el primer tratamiento que debe aplicarse, es decir, si el tratamiento es quirúrgico de entrada o, en ocasiones, si debe iniciarse un tratamiento de inducción o neoadyuvante previo a la cirugía, con quimioterapia o quimioinmunoterapia. Cuando el tumor es operable desde el inicio, las posibilidades de curación son mayores.
El doctor Bolufer explica que la media de edad en el diagnóstico de cáncer pulmonar está en los 65 años, pero que cada vez se registran más casos en personas jóvenes. También se están viendo cada vez más diagnósticos en población femenina, algo que coincide con el progresivo aumento del tabaquismo en mujeres.
El presidente de la SECT explica que, para estos casos, también «es fundamental que el paciente entre en un programa de deshabituación tabáquica si se diera el caso de que siguiera fumando en el momento del diagnóstico».
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